6 errores frecuentes al calcular el precio de una página web

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Sería muy cómodo comprar un sitio web en el escaparate de una tienda: elegir el precio de una página web ya cerrado desde el primer momento.

Esta fórmula rápida vendría particularmente bien a quienes necesitan una web vitrina, es decir, un sitio web más o menos sencillo para presentar su actividad y posiblemente vender algún producto, pero que no supone el eje central de su actividad.

Pero por desgracia el proceso no puede ser así se sencillo.

En ningún caso se puede considerar que crear el sitio web es una gestión como abrir una cuenta en el banco o dar de alta el negocio en el registro de empresas.

Calcular el precio de una página web es como calcular cuánto cuesta una casa que queremos construir. Hay un montón de variables; para todos los gustos, necesidades y tamaños.

Con un poco de dedicación, un pequeño negocio puede crear un sitio web con un coste bastante reducido; mientras que una gran organización puede llegar a gastar cien mil euros o dólares en un sitio web de gran complejidad. Por el medio, las posibilidades son infinitas.

Para calcular el precio de una página web hay que invertir un poco de tiempo y tomar algunas decisiones.

Existen herramientas que facilitan el trabajo, como la plantilla para calcular cuánto cuesta crear una página web disponible en el enlace. De esta forma es posible tener una estimación inicial con cifras concretas antes de contactar con profesionales o agencias para pedirles sus presupuestos.

No obstante, antes de utilizar este recurso conviene tener claros algunos aspectos sobre el proyecto web. Estos son algunos de los errores más frecuentes al calcular el precio de una página web que conviene evitar.

1) No considerar que la página web forma parte de una estrategia de comunicación global

Crear un logo, la página web, el perfil de Instagram. Algunas personas no se dan cuenta de que estas gestiones siempre están interrelacionadas entre sí y, por ello, encargan estos servicios a diferentes profesionales sin favorecer ningún intercambio de información entre ellos, por ahorrar tiempo o costes. Sin embargo, no pueden ser encargos independientes porque forman parte de una estrategia digital para darse a conocer en la red.

Empezar un proyecto web por los cimientos implica asumir que la página web no es una simple obligación («Hay que tener porque todo el mundo tiene», que dirían algunos), sino que obedece a una estrategia de comunicación de la marca. Da igual que seas una pequeña o una gran empresa, tu imagen corporativa determinará cómo te percibe tu público objetivo y la página web debe integrarse dentro de esa estrategia.

Insistimos en este punto porque la base principal de una buena identidad corporativa es la coherencia.

Por ejemplo, vamos a imaginar que, tras analizar tu público objetivo y diseñar una estrategia de redes sociales, decides que el naranja es el color óptimo para tu cabecera de Instagram. Lo más interesante será reforzar ese posicionamiento utilizando también ese color en la página web. Si ya la tienes creada, modificarla supondrá un esfuerzo extra de tiempo y dinero.

La estrategia digital también puede variar mucho de una empresa a otra. En la mayoría de los casos, estos son los principales elementos que la conforman:

  • Redes sociales: Tampoco aquí se trata de «estar por estar» en todas: Facebook, Twitter, Instagram, Tik-Tok… Cada una tiene su público habitual y puede ser mejor o peor para trasladar tus mensajes. La página web debe ser coherente con el tono mostrado en las redes sociales, así que mejor pensar en ello desde el principio.

  • Email marketing: El correo electrónico es uno de los canales más eficaces para llegar al consumidor final, siempre que se utilice bien, claro está. Existen plataformas como Mailchimp o SendinBlue para enviar correos electrónicos con criterios de segmentación bien definidos. Puede interesarte invertir una parte del presupuesto de marketing aquí.

  • Logotipo e identidad visual: Los servicios de diseño gráfico serán necesarios para crear una identidad visual coherente. Además de crear un logo, será importante elegir colores que transmitan unas emociones adecuadas para tu negocio y mantener la uniformidad visual en todos los lugares donde la empresa se hace visible, tanto virtuales (web, redes sociales, firma de emails, etc.) como no virtuales (locales, tarjetas de visita, papelería, etc.).

2) Querer hacerlo todo tú mismo/a y no tener tiempo

Por si te lo estabas preguntando, te diremos que sí, es posible crear una página web gratis. Si no dispones de presupuesto, tienes a tu disposición diferentes programas para crear páginas web, muchos de los cuales ofrecen una opción gratuita. Naturalmente, nadie regala nada y un sitio web gratis implica muchas limitaciones, empezando por el nombre de dominio. En web de «tuempresa.com» sería algo como «tuempresa.wix.com». Las webs gratuitas también obligan a mostrar anuncios, ofrecen un espacio bastante limitado para archivos como imágenes o vídeos y no suelen soportar un gran número visitantes al mismo tiempo.

Los milagros no existen. Si no puedes invertir dinero, tendrás que invertir tiempo. Preparar tú mismo/a un sitio web funcional que te permita atraer clientela requiere un esfuerzo no solo en el momento de la creación, sino también después para su mantenimiento y actualización.

Además, no se trata de una decisión extrema: decidir si tú harás todo el trabajo u otra persona hará todo el trabajo. Existen muchos términos medios consistentes en que tú asumes ciertas tareas y subcontratas otras. Si no tienes presupuesto para crear un sitio web profesional completo desde cero, puedes ahorrarte ciertos costes con un programa para crear páginas web y contratar a alguien únicamente para las tareas que más tiempo consumen. Por ejemplo, redacción de textos, optimización SEO, edición de imágenes, etc. Recuerda que el valor de una web reside en sus elementos de diferenciación.

Lo más importante es que preveas tiempo para aquello que decidas hacer tú mismo/a, y que tengas en cuenta que puede haber imprevistos.

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3) Contratar a alguien y despreocuparte por completo

Vamos a hablar del error anterior a la inversa. Si contratas a un/a profesional freelance o una agencia para crear tu página web, naturalmente, te ahorrarás mucho tiempo y podrás centrarte en otras tareas de tu negocio. Por eso estás contratando el servicio.

Sin embargo, no deja de ser la página web de tu propio proyecto, así que no te puedes desentender del todo. Como indicábamos en el primer error de la lista, la página web que estás creando se engloba dentro de una estrategia de comunicación global e interrelacionada. El logo, la papelería, los locales e incluso el tono de voz con el que la empresa se dirige a los clientes forman parte de la marca: la percepción que el consumidor se forma de la empresa.

Por ello, tendrás dedicar un poco de tiempo a reunirte con las personas que se ocupan de tu proyecto web y de las demás acciones de tu estrategia digital y asegurarte de que están trabajando de forma coherente con tus objetivos. Un buen profesional te mostrará los bocetos de lo que está haciendo y te pedirá que los valides. No desaproveches esas oportunidades para escuchar sus explicaciones y enriquecer el proyecto. Estás contratando a alguien para que cree un producto con el posicionamiento que tú deseas transmitir.

4) Creer que una vez creada la página web te podrás olvidar de todo

Otra decisión que tendrás que tomar —sopesando tiempo y recursos disponibles— será el ritmo de actualización de tu sitio web una vez que esté terminado y publicado. Si decides incluir un blog o una sección de noticias en tu sitio web, podrás tener ventajas en el posicionamiento SEO, pero también necesitarás tiempo y/o recursos para mantenerlos actualizados.

En función de tu estrategia digital, tal vez prefieras crear una página web vitrina que sirva exclusivamente para darte a conocer y permitir que la gente contacte contigo. No es necesariamente una mala idea. De hecho, en ocasiones es mejor esto que imponer un ritmo de actualización de la web que después no puedes asumir.

Sea cual sea la estrategia de actualización que elijas, no podrás «olvidarte» de tu página web cuando ya esté creada y publicada. El mantenimiento básico de un sitio web tiene un coste que es importante anticipar desde un primer momento. Por ello, en lugar de calcular el precio de una página web como un único desembolso, es mejor estudiar el coste del proyecto web durante un año.

El mantenimiento web básico es obligatorio y sirve para lo siguiente:

  • Asegurarse de que el sitio web funciona bien. Cada cierto tiempo, es necesario comprobar que los parámetros son correctos, etc.
  • Actualizar los archivos, extensiones, plugins, y demás recursos utilizados en el sitio web
  • Optimizar la adquisición de tráfico. El posicionamiento en buscadores (posicionamiento SEO) es muy variable con el tiempo y hay que verificar sigue siendo adecuado.
  • Reparar problemas técnicos que puedan aparecer de velocidad de carga, arquitectura web, cambiar de hosting web si es necesario, etc.

5) Descuidar la versión móvil

Si aún no lo sabías, te lo contamos: ya hay más personas que navegan desde el teléfono móvil que desde el ordenador. Por eso, es posiblemente más importante cómo se verá tu página web desde un smartphone que desde una pantalla grande. El llamado Mobile First es una tendencia en alza del diseño web: en vez de diseñar un sitio web para ordenador y luego adaptarlo a móviles, se hace al revés. El diseño web responsive es el que se adapta automáticamente al ancho de la pantalla. Es la opción más habitual para adaptar un sitio web a móviles.

Además, la optimización para móviles es un elemento que tiene cada vez más peso en el algoritmo de Google. Cada vez son más los usuarios que se conectan desde su smartphone y si no has pensado en ello los buscadores te penalizarán. Para ello, Google ha desarrollado la tecnología AMP, para optimizar todos los aspectos que influencian el tiempo de carga de una página web en el móvil. Integrarla en tu sitio web sin duda te ayudará a posicionarlo.

6) No diseñar una estrategia SEO eficaz

Un sitio web bonito y funcional no es suficiente. Los internautas lo tienen que encontrar y para eso es imprescindible estar bien posicionado en las búsquedas de Google y otros buscadores en las que te interese aparecer.

El precio de una de página web no siempre incluye redacción de contenidos optimizada para el SEO ni otros aspectos importantes para mejorar el posicionamiento en buscadores, como la preparación del archivo robots.txt para que los buscadores rastreen correctamente las páginas que componen tu sitio web. Otro aspecto que influye mucho en el posicionamiento SEO es el tiempo de carga de las páginas web. Tener imágenes o vídeos pesados sin optimizar no es buena idea.

Si puedes permitírtela, una inversión específica en optimización SEO para estudiar estos y otros aspectos suele ser buena idea.

Conclusión

Después de leer este artículo, probablemente intuirás que es solo el primer paso para calcular el precio de una página web. Tu sitio web estará hecho a medida y responderá a tus necesidades.

Tendrás que hacer pruebas y deshacer algunas cosas. Pero es así porque crear una página web no es una simple gestión como darse de alta en la Seguridad Social. Se trata de que cuando alguien te visite, se forme una idea adecuada de tu negocio y te conozca de verdad. Ahí está el verdadero valor de la inversión o el precio de una página web.

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Resumen

Para calcular el precio de una página web hay que tener en cuenta diferentes aspectos. Estas son algunas prácticas que se deben evitar al planificar un presupuesto web.