Al igual que muchas personas, seguro te encuentras en la etapa de buscar un socio para tu negocio o emprendimiento.
Esto es algo que me ha pasado, ya que también soy un emprendedor.
Comienzas a mirar a tu alrededor para buscar un socio para tu emprendimiento hasta que encuentras a «tu media naranja de negocios»
Al principio todo parece ideal pero al pasar el tiempo comienzas a notar que las cosas no eran como esperabas.
Y es que muchas veces al buscar un socio para tu emprendimiento estarás enfocado en encontrar algunos rasgos ideales que te complementen, pero más importante que eso es encontrar aquellos rasgos que no quieres en un socio para tu emprendimiento.
Muchas veces es mejor prevenir, que curar.
Y a fin de cuentas, nadie quiere un mal socio.
En este artículo quiero enseñarte en base a mi experiencia, 8 rasgos que deberías evitar a la hora de buscar socios, y así terminar trabajando con un mal socio.
Índice de contenidos
- MIRA EL VIDEO
- 5 REGLAS PARA AL BUSCAR UN SOCIO
- 8 RASGOS A EVITAR EN UN SOCIO
- #1 – El socio que habla más de lo que hace.
- #2 – El socio que es un inconsciente.
- #3 – El socio que no sabe lidiar con las personas.
- #4 – El socio que no sabe valorar a las personas.
- #5 – El socio que no se compromete con el negocio.
- #6 – El socio que es un egocéntrico.
- #7 – El socio que solo quiere el 50% del negocio.
- #8 – El socio que es demasiado condescendiente.
MIRA EL VIDEO
¿Prefieres ver el video sobre los «8 rasgos a evitar en un mal socio»? Entonces a continuación podrás hacerlo.
Suscríbete a mi canal de Youtube donde podrás ver muchos más videos más sobre marketing, ventas, negocios, motivación y temas que te van a encantar.
5 REGLAS PARA AL BUSCAR UN SOCIO
¿Buscar un socio? Si formar y mantener un matrimonio por años es una tarea titánica (Y elogiable) imagínate lo que ocurre cuando contraes nupcias comerciales con un perfecto extraño.
Además, eso de estar con uno “en las buenas y en las malas” suena bonito. Pero a la hora de la verdad, frente a “las malas”, la mayoría de las personas huyen despavoridas o desaparecen al mejor estilo del mago Houdini.
Por eso, elegir o buscar un socio no es fácil.
A diferencia de muchos profesionales que aseguran que siempre les fue bien ante esta intrincada elección, confieso que varias veces (dicho en términos coloquiales) metí profundamente la pata.
Y vale aclarar que de la misma forma que disolver un matrimonio, depende las partes, puede resolverse con la misma cruenta pasión que la Batalla de Trafalgar, disolver una sociedad empresarial es complicado.
Hay un conocido refrán que dice:
Al toro no se lo capa dos veces
En consecuencia, basado en mi experiencia a la hora de buscar un socio, les paso 5 reglas acerca de cómo elegir a una pareja empresarial.
Ojo que estas reglas para buscar un socio no son estáticas, por supuesto, sigo aprendiendo.
Regla Nro. 1: Piensa muy bien si necesitas dinero o un socio.
En numerosas ocasiones se forman sociedades comerciales donde uno “tiene la idea” y la otra parte tiene el dinero para que la idea levante vuelo en el mercado.
Uno de los casos, es cuando el inversionista no sabe bien cuánto dinero necesita la idea para prosperar. Otro, cuando el inversionista quiere involucrarse (léase: meterse) a modificar la idea sin saber lo más mínimo del asunto. Y quizás el caso más peligroso, es cuando el inversionista (si la empresa resulta un rotundo éxito) quiere comprarle la idea a la otra parte y quedarse con el 100 % de la empresa.
Mi consejo es el siguiente:
Si necesitas dinero para que tu idea sea lanzada al mercado y tener un par de meses de operatividad, busca un banco no un socio.
Regla Nro. 2: Evalúa el nivel de envidia de tu socio.
En toda empresa, sean dos o más socios, es bueno saber que los medios de difusión se fijan más en una persona que en otra.
Generalmente, en quien está más asociado a la idea que generó la empresa, y los reportajes, artículos o menciones de la empresa y el producto, pasarán casi siempre asociados a esa persona, no a todos los socios.
Por consiguiente, si a uno de los socios se le dispara “el chip de la envidia”, prepárate para una batalla interna de chismes y miradas inciertas en las reuniones.
Será como dormir con el enemigo.
Nada se puede hacer contra la envidia, es un tema demasiado humano para solucionarlo en el campo empresarial.
Regla Nro. 3: Muchas diferencias no son sanas.
Quien diga que la vida privada no afecta la vida laboral es porque no tiene familia o trabajo.
Cuando dos personas son extremadamente opuestas resulta difícil establecer una buena sociedad comercial. Porque gran parte de esas diferencias pasan por temas como valores, gestión empresarial y estilo de vida, ingredientes que se respiran día a día entre las cuatro paredes de la empresa.
Dicho de otra forma:
Si eres una gallina, no hagas sociedad con un zorro.
Regla Nro. 4: Anticipa una posible ruptura y que nadie se ofenda.
Piensa por un momento en esto:
Estas tú y tu socio (felices, por cierto) firmando un acuerdo legal de sociedad, cuando de pronto, en la última página del documento aparece una cláusula acerca de qué se debe hacer en caso de disolución de sociedad.
Conocí gente que se ha ofendido con este punto. Y me pregunto: ¿No vale más prevenir que curar?
Por eso, cuando noto rostros de disgusto ante esta cláusula, aclaro que en lo personal no quiero tener nada que ver con cónyuges o familiares, que ante el deceso de uno de los socios, deseen meter sus narices en la empresa.
Bien vale entonces, en total estado de discernimiento lógico, los socios lleguen a un acuerdo acerca de cuál es la mejor forma de cerrar cortinas.
Regla Nro. 5: Amigos y parientes, los peores socios.
Seré breve en este punto sobre cómo buscar un socio.
Si hay problemas uno pierde al socio y al pariente. Y si no lo pierde, le tendrá que hacer “la sonrisa del perro” cuando en el fondo desearía ahorcarlo con sus propias manos.
Mi consejo es que al buscar un socio, busca uno que no tengan ningún lazo de parentesco contigo.
Y si no queda otra que armar sociedad familiar, te aconsejo que delimiten las responsabilidades y obligaciones (de forma escrita) por medio de la ayuda de un consultor externo o especialista en empresas familiares, gente neutra que no tenga lazo alguno con la nueva sociedad.
Buscar un socio no es fácil. Ya te habrás dado cuenta de ello.
Sino recuerda a Walt Disney, quien decía:
Nunca pude convencer a nadie para que fuera socio de Disneylandia. Porque los sueños tienen poca garantía
8 RASGOS A EVITAR EN UN SOCIO
Como dije anteriormente, buscar un socio no es una tarea sencilla.
Es más, la propia etimología de la palabra lo dice todo. Según la Wikipedia, un socio es:
Por extensión, también se llama socio a cada una de las partes que trabajan conjuntamente en desarrollar un negocio empresarial, cualquiera que sea la forma jurídica utilizada. Asimismo, se denomina socio a un miembro de una asociación. En este caso, no existe la finalidad empresarial, dado que la asociación suele tener una finalidad social, cultural, deportiva, u otras. (Fuente: Socio – Wikipedia)
Entonces, solamente con esta definición, queda claro que buscar socios, no es una tarea que debas llevar a la ligera.
Al contrario, a lo largo de este artículo, encontrarás 8 rasgos que tienes que aprender a detectar, antes de asociarte con un mal socio.
#1 – El socio que habla más de lo que hace.
Existen tres tipos de personas en el mundo.
- Los que son buenos para hablar y hacer
- Aquellos que son terribles para hablar pero muy buenos en hacert
- Y los que son grandes para hablar pero nada buenos para hacer.
Realmente el último es el más peligroso de todos, este es un mal socio.
Este tipo de personas te hacen creer que todo está bien y bajo control, pero pronto te darás cuento que esto no es para nada cierto.
Más allá de la amistad, de que tengan algo en común o de cómo se hayan conocido, negocios son negocios y siempre es bueno revisar antes de dar un primer paso.
Nunca está de más al buscar un socio pedir el curriculum vitae de este potencial socio para tu emprendimiento y comprobar lo que aparece allí.
Es más, hoy en día con internet, hasta simplemente buscando esa persona en redes sociales como LinkedIn el no encontrar nada, ya podría ser una pequeña señal en rojo.
Si este socio que estás investigando ha tenido éxito previamente, algún tipo de resultado, noticia o inclusive blog debería poder mencionarlo.
¿No es algo raro que no se diga nada sobre él?
Piénsalo!!!
#2 – El socio que es un inconsciente.
Un emprendimiento está siempre sobre la línea del éxito y del fracaso.
Esto significa que no puedes darte el lujo de perder dinero o invertirlo de forma errónea.
Y a la hora de buscar socios, este es un punto CRÍTICO.
Si un socio en tu emprendimiento quiere hacer algo hoy, mañana cambiar de idea, al otro día volver a cambiarla las cosas, realmente deberías preocuparte.
Cuidado, puede que estés ante un mal socio.
Está bien si uno tiene dinero probar diferentes innovaciones. Pero si no es esa la situación de tu negocio, deberías estar enfocado en cuidar el capital y apuntar al crecimiento planificado.
Quizás inclusive, esta sea la razón por la cual comenzaste a buscar socios.
Porque necesitabas apoyo en el crecimiento, más cerebros pensando y obviamente más fuerza de trabajo.
No es hora de lanzar la casa por la ventana.
Este es un mal socio, que realmente podría poner en peligro la empresa y no es tan sencillo detectarlo. Es más, muchos recién lo descubren luego de asociarse.
Mi consejo en este sentido, es que antes de asociarte, veas el grado de inteligencia financiera que pueda tener tu futuro socio.
Nuevamente, mejor prevenir que curar.
#3 – El socio que no sabe lidiar con las personas.
Sigamos con los rasgos que debes evitar al buscar un socio.
En el mundo existen muchas personas que no comprenden lo que está socialmente aceptado y lo que no, cuando se trata de otras personas.
El punto es que si un potencial socio para tu emprendimiento, no sabe lidiar con las personas, esto es una señal de alerta muy importante.
Desde un socio que te grite en público, que te trate mal, que te rebaje o que te intenté manipular o exponer, entonces la cosa va por mal camino.
Inclusive puede que a ti te trate bien y a los que están por debajo de él no, así que esto es otra señal.
Es más, hasta inclusive puede que te toque un socio tímido, introvertido y que no quiere o no se anima a presentarse ante los demás.
#4 – El socio que no sabe valorar a las personas.
Puede que un socio para tu emprendimiento le falte algunas habilidades sociales, pero hay que frenar la situación cuando otras personas comienzan realmente a odiarlo.
Y peor todavía, cuando esas personas, son las que forman parte de tu negocio o emprendimiento.
Nunca debes olvidar que el capital humano de una empresa o negocio es clave para su crecimiento y nada (o mejor dicho NADIE) debería desprestigiar esta parte.
Esto no significa que debas pedirle consejo a tu equipo o trabajadores, pero escuchar su opinión o ver como se relacionan con el futuro socio, no está de más.
Recuerda que las cosas se pondrán bien complicadas si no previenes esto a tiempo.
Desde perder a tus trabajadores estrellas, hasta inclusive ganarte una mala reputación o algún tipo de denuncia o demanda laboral.
Y si esto puede suceder… no tiene sentido buscar un socio para tu negocio.
#5 – El socio que no se compromete con el negocio.
Si estás leyendo este artículo es porque en algún momento de tu vida te planteaste buscar un socio para tu negocio.
Estoy seguro que alguna vez intentaste trabajar con una persona que realmente tenía mucho trabajo, proyectos o hasta obligaciones encima.
Es comprensible que una persona exitosa o con un cierto nivel tenga algunos proyectos paralelos.
Pero si realmente esa persona no podrá dedicarle tiempo a tu proyecto, entonces puede que se termine convirtiendo en un mal socio para tu negocio.
Algunas veces nos encaprichamos por conseguir a determinada persona para trabajar junto a nosotros y hay que comprender que muchas veces, esa persona no podrá dedicar el tiempo necesario al emprendimiento.
Lo ideal es que al buscar un socio para tu emprendimiento, el mismo pueda ayudarte desde el principio y codo a codo.
Y si esto no es posible, entonces que su aporte, pueda provenir de otra forma.
Pero recuerda. El trabajo que tu futuro socio no pueda hacer, si no logran delegarlo, te tocará hacerlo a ti.
#6 – El socio que es un egocéntrico.
Cuando uno comienza un negocio, suelen existir un nivel de ego igualado entre ambas partes, en las que las cosas se manejan con cuidado para evitar algún tipo de roce.
Ambas partes se apoyan y buscan como colaborarse.
El problema radica cuando el socio para tu emprendimiento tiene un punto de vista diferente al tuyo y llega el momento de defender posiciones.
Cuando llegan grandes desiciones y si se tiene una relación 50-50 cada uno pondrá su punto de vista y ambos confirmarán lo que se va a realizar.
En cambio cuando la relación se torna 20-80 o 100-0 entonces hay un problema grave.
Un socio toma todas las decisiones y llega el momento de que no toma en cuenta al otro.
El objetivo de buscar socios para tu emprendimiento es conseguir alguien que te apoye en las decisiones o que te haga volver a la tierra, pero no que quiera poner su figura por sobre la tuya.
Piénsalo bien.
A la larga, este tipo de relaciones, no son nada saludables y no amerita que pierdas tiempo al buscar un socio que no te va a complementar.
#7 – El socio que solo quiere el 50% del negocio.
Hay diferentes formas de asociarse o de buscar un socio para tu emprendimiento o negocio.
- Está el socio capitalista, que es quien pone el dinero.
- Está el socio de trabajo que actúa junto a ti, pero con una cierta división de activos y control de la empresa.
- Y luego está el socio igualitario, que invierten tiempo y dinero.
No importa qué modelos elijas, dividir las cosas 50-50 es una muy mala idea.
Es un asesino de negocios y te lo digo por experiencia.
60-40 estás bien, quizás 52-48, pero 50-50 no está nada bien.
Estar al mismo nivel es una receta para el desastre.
Siempre hace falta que haya una persona que esté en la parte superior, que controle, que haga rendiciones de cuentas, alguien que tome las decisiones finales y las riendas del negocio.
#8 – El socio que es demasiado condescendiente.
De todas las cosas que se mencionaron en este artículo sobre lo que no deseas de un socio para tu emprendimiento, esta es la más peligrosa.
A la hora de buscar un socio para un negocio, evita asociarte con este tipo de persona.
No solo es un mal socio, sino que hasta es sumamente perjudicial para ti y para el negocio.
Si bien es bueno trabajar con alguien que siempre está de acuerdo con nosotros, el peligro radica cuando esa persona no advierte que estamos por cometer un error.
Entonces todo lo que haces se considera correcto y nada está mal.
Esto se lo llama “sesgo de confirmación”.
Y a este socio, yo lo llamo «EL SOCIO, SÍ SEÑOR»
No te pongas a buscar un socio que sea tal cual un clon tuyo y que afirme todo lo que digas.
Busca un socio con una personalidad diferente y que te complemente, de esta forma podrás evitar muchas situaciones peligrosas.
Lo mismo a la inversa, procura te conviertas en el SOCIO SÍ SEÑOR tú y termines haciendo todo lo que te digan sin inmutarte, manifestarte o dar tu opinión.
Espero que estos consejos para buscar un socio te hayan sido de ayuda.
Toma en cuenta que te los comparte alguien con experiencia, que ya atravesó tanto éxitos como fracasos y que sabe lo que es tener socios.
¿Alguna vez te pasó tener un socio con alguno de estos rasgos? No olvides dejar tu comentario.