Un error recurrente cometido por muchos gerentes de áreas encargadas de desarrollar software en una empresa es no emplear la cantidad de tiempo y recursos necesarios para un óptimo proceso de selección a la hora de contratar a un desarrollador.
Esta falla puede que se deba a que pocos son del todo conscientes acerca de lo costoso que puede resultar contratar a un desarrollador equivocado.
Mi expectativa al escribir este artículo es concientizar a los reclutadores acerca de la importancia de esforzarse en encontrar a un desarrollador que realmente valga la pena.
El costo de contratar al desarrollador equivocado
Según los resultados de diversos estudios realizados en su mayoría en Estados Unidos, cometer una equivocación al elegir un desarrollador representa un gasto de decenas de miles de dólares, algunos alcanzando una cifra de 50.000, mientras otros oscilan entre los 200.000 USD.
Por supuesto, existen diferencias entre la realidad en los Estados Unidos y la de Latinoamérica, pero es un hecho que contratar al desarrollador equivocado no resulta para nada económico.
Echémosle un vistazo a los costos:
Empecemos con un sueldo estimado, a costo de empresa, de unos 2.500 USD al mes.
Incluso antes de empezar a pagarle al nuevo desarrollador, tenemos los gastos de selección; que quizás no resultaron muy elevados, considerando que no se le dedicó la cantidad de tiempo necesaria para alcanzar resultados óptimos; pero que, aun así, cuentan.
Si el reclutamiento se realiza con la ayuda de un head-hunter, la tarifa regular corresponderá al sueldo mensual del perfil del contratado. Aunque suelen garantizar que no cobrarán ni un centavo si la persona permanece en la empresa durante menos de 3 meses, usualmente te percatas de que la persona no es la adecuada mucho después del tercer mes.
A la tarifa pagada al head-hunter le sumamos tiempos adicionales utilizados en la realización de entrevistas, evaluaciones y contratación. Asumamos que el gasto no fue muy elevado, considerando que no se le dedicó la cantidad de tiempo necesaria para obtener resultados óptimos; por lo tanto, dejamos el costo total, que incluye la tarifa del head-hunter más los gastos en evaluaciones internas, en 3.000 USD.
Una vez nuestro nuevo desarrollador haya ingresado podemos iniciar con el proceso de on-boarding y entrenarlo. Debemos ingresarlo al sistema, darle las pautas para acceder a los sistemas, habilitarle un lugar de trabajo entre otras cosas.
Nuevamente, según estudios realizados en otros países, la cifra total corresponde al equivalente del sueldo de un empleado promedio mensual como mínimo. Y así, a los 3.000 USD ahora hay que sumarle 2.500 USD más. Ya vamos 5.500 USD, y esto es sólo el comienzo.
El nuevo desarrollador alcanzará su máximo nivel de productividad entre los primeros 5 y 10 meses, esta es la razón de que nos resulte tan difícil percatarnos de nuestra equivocación durante los primeros 3 meses, a menos que su incompetencia sea tan exagerada que resulte evidente a simple vista.
De esta manera, es seguro pensar que los primeros meses de trabajo del desarrollador que acabamos de contratar no serán de gran valor, pero por el momento seamos optimistas y asumamos que la mitad del tiempo fue capaz de hacer algo productivo por la empresa. Esto significaría que del costo de los 3 meses habremos perdido sólo la mitad, es decir 3.750 USD que, sumados al monto anterior, nos daría un total de 9.250 USD.
Ya llegando al cuarto o quinto mes comenzamos a notar los problemas.
Errores en el código, irresponsabilidad al cumplir con los plazos y una gran cantidad de tiempo desperdiciado en revisiones e intentos infructíferos de lograr que nuestro nuevo desarrollador haga las cosas como debería.
Pasados 3 meses más, asumimos los costos del bajo desempeño, las revisiones y, probablemente, el tiempo que otros miembros del equipo han invertido en ayudar. Otra vez, seamos optimistas asumiendo que el costo será sólo un 50% del sueldo del desarrollador, considerando que, a fin de cuentas, en muchos casos no queda otra opción que hacer todo desde el principio o usar un código deficiente durante años.
Entonces el total nos da una cantidad de 13.000 USD.
Así alcanzamos el octavo mes, y ya estamos completamente seguros de que el desarrollador no sirve.
Los errores a veces son imposibles de detectar, y los clientes podrían verse afectados. Los otros miembros del equipo se frustran por tener que lidiar con los problemas del nuevo desarrollador; y así, finalmente tomamos la decisión de finalizar el contrato. Así que a los 3 meses adicionales de baja productividad debemos sumarle los gastos del despido, liquidaciones entre otros pormenores que vienen con el despido. Esto variará un poco dependiendo del país, pues en cada país la legislación es diferente, pero seguramente no será menor al sueldo.
Entonces, 3 meses más de deficiencia más un sueldo nos da un total a 19.250 USD. Es difícil calcular el precio del impacto de las incompetencias del desarrollador, los atrasos que ésta trajo y el malestar que esta situación causó en el equipo; claramente, sumando estas cifras, los costos llegarían a más de 2.000 USD por contratar al desarrollador equivocado.
Entonces, esperamos que la próxima vez que tenga que reclutar a un nuevo desarrollador para el equipo, tome en cuenta el precio que podría representar una mala elección y dedíquele el tiempo y los recursos necesarios al proceso de selección para contratar a un desarrollador eficiente.
Como pudimos ver, es probable que, incluso empleando con proceso de selección más costoso del mercado, realizando una gran cantidad de entrevistas técnicas, aplicando pruebas de programación automatizadas, tests psicotécnicos y entrevistas realizadas por el gerente, siempre valdrá la pena invertir el tiempo y los recursos necesarios para un óptimo proceso selectivo, antes de cometer el garrafal y costoso error de elegir al desarrollador equivocado.
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