Una entrevista de trabajo siempre es un momento de tensión y estrés, más aún si es la primera vez que te presentas a una.
Enfrentarse al mundo laboral como un novato es tan aterrador como tirarse desde un avión en paracaídas: sabes que en algún momento volverás a tocar el suelo con los pies, pero el tiempo que transcurre hasta hacerlo se hace eterno. Con todo, en algún momento de nuestras vidas tendremos que enfrentarnos a ello, así que más vale estar preparados para causar la mejor impresión posible.
CONSEGUIR UN PUESTO LABORAL A DÍA DE HOY NO ES TAN SENCILLO COMO ANTAÑO.
Cada vez hay más gente cualificada y eso aumenta en gran medida el nivel en la selección. Además, hay que tener en cuenta que el proceso para conseguir un trabajo comienza mucho antes de la entrevista. En primer lugar se debe preparar un currículum llamativo y original ya que las empresas valoran mucho la creatividad en sus futuros trabajadores. También es conveniente informarse sobre la empresa en la que se quiere trabajar, se trata de saber tanto de ellos como ellos mismos. Que vean que muestras interés y entusiasmo por la compañía desde el primer momento. Muchos expertos recomiendan, además, un ensayo previo de posibles preguntas, de esta manera el postulante estará preparado ante cualquier escenario. ¡Ojo! Puede parecer sencillo, pero no lo es. Hay que estar preparados para todo tipo de preguntas: desde las que nos ponen en un compromiso, las que dejan de lado la experiencia laboral para centrarse en el ámbito personal hasta aquellas que pueden incluso ser una trampa.
Todos estos consejos nos ayudarán a ir más preparados y confiados a una entrevista pero,
¿Cuál es el comportamiento idóneo en el transcurso de la misma?
La mayoría de los estudios revelan que la información recogida en el currículum vitae cae en el olvido, lo que se recuerda realmente es la impresión que el candidato causa en el entrevistador.
Esa primera impresión comienza con el aspecto físico: no es el momento de sacar a relucir esa camiseta de Los Ramones que tanto te gusta sino de ir bien vestidos, de manera informal y sin ser excesivamente elegante. Además, se debe mostrar seguridad a la hora de entrar en el despacho donde se realizará la entrevista, manteniendo la velocidad en el paso. Las personas carentes de confianza cambian la marcha y arrastran ligeramente los pies al entrar.
Una vez frente al entrevistador o entrevistadores es necesario mantener a raya el lenguaje no verbal. Se trata de evitar lo que en póker se conoce como tilt, es decir, perder el control de nuestras emociones.
Una entrevista es como un juego de estrategia, como el ajedrez, nuestro oponente no debe conocer nuestros movimientos
Una entrevista es como un juego de estrategia, como el ajedrez, nuestro oponente no debe conocer nuestros movimientos ni impresiones a través del lenguaje corporal. Por tanto, es necesario conocer de antemano todos aquellos pequeños gestos que pueden delatarnos. Así, debemos evitar encoger los hombros ante alguna pregunta pues revela una actitud de sumisión, ajustarse el reloj o el gemelo de una camisa pone de manifiesto un alto grado de inseguridad y frotarse el ojo al responder una pregunta significa que se está mintiendo, pues el gesto es un intento por parte del cerebro de bloquear la visión de un engaño. Tampoco se recomienda tocarse la oreja o rascarse el cuello pues expresa incertidumbre, ni sujetarse el mentón ya que denota aburrimiento. Se deben evitar, además, aquellas posturas en la que se mantienen los brazos cruzados pues genera la idea de rechazo, de barrera.
Por el contrario, se recomienda asentir con la cabeza mientras el entrevistador pregunta o expone alguna cuestión ya que transmite la idea de interés y paciencia ante lo que se está escuchando, frotarse las manos significa que se poseen expectativas positivas y mantener el contacto visual en todo momento con el interlocutor revela seguridad y confianza en uno mismo.
Con todo, no existen las fórmulas mágicas que nos ayuden a brillar en una entrevista pero sí una serie de pautas que nos pueden ayudar a hacerlo.
Lo importante es mostrar interés y confianza en uno mismo teniendo siempre en cuenta que la primera impresión de una persona se gesta en los primeros cuatro minutos de conversación.
[bctt tweet=»Lenguaje corporal: no te delates en una entrevista de trabajo» username=»mclanfranconi»]