El Marketing Emocional ha surgido recientemente como aquel campo del conocimiento orientado a movilizar en las personas, sus sentimientos, valores y emociones, teniendo como finalidad la creación de actitudes y acciones favorables hacia un determinado producto.
En un mundo tan repleto de productos y saturado de marcas es muy difícil llegar al consumidor con tan sólo un eslogan una frase o imagen bonita. Los consumidores vamos cambiando nuestras formas de adquirir productos y cambiamos la forma en la que vemos a las marcas que nos rodea. Entonces, ¿qué podemos hacer para que nuestro producto destaque sobre los demás en esa estantería de supermercado? Sencillo, comencemos por:
1) Estudia a tu target
Es de vital importancia, mantener la segmentación y todo lo que la misma engloba. Desde la parte geográfica que deseas abarcar, edades, gustos, sexo, intereses relacionados, medios a utilizar para la campaña que frecuentan éstas personas y que pueda permitir a mediano plazo una proliferación que permita abarcar en donde la aceptación sea encontrada.
2) Elige un valor, sentimiento o emoción
No es complicado suponer que la forma más conveniente de hacerlo es mediante lo que muchos buscan: un amor, abrazos, familia, etc. Aduéñate de un valor, un sentimiento, un deseo o inclusive de una necesidad latente que puede no estar satisfecha del todo por la competencia que se encuentra en el mercado.
3) Aplica el valor en tu estrategia de comunicación
Una vez que tengas seleccionado lo primordial, que está explícito en los primeros dos pasos, deberás buscar una forma de hacer que tu producto o servicio en concordancia con lo ya seleccionad anteriormente, no pueda subsistir sin ser sinónimo uno del otro. Una campaña exitosa, es la que repetida y vista un par de veces, se adhiere al pensamiento, a la forma de pensar e influencie al target a incluir su servicio o producto a su vida cotidiana.
Si bien no es un cambio que se da de la noche a la mañana, deberá ser creado, concebido y pensado para que domine las redes sociales, comerciales televisivos, sketch radiales y demás (dependiendo esto únicamente del alcance o limitación que se decida dársele). El crecimiento es parte fundamental de todo el proceso, pero para llegar a alcanzar el mismo, es necesario interferir en el mercado de forma abrupta y sin ningún tipo de inquietudes.
Las formas o distintas aplicaciones que puedas darle u ofrecer para llegar a promocionar quedarán sujetas bajo tu criterio, en las que poseerás una infinidad de opciones por las que optar para ello.
Al obtener como resultado una imagen fuerte y llamativa para los clientes, podrás llegar al punto de hacer cambiar de opinión a los actualmente son los consumidores o usuarios a optar por lo que tú ofreces, ése logro te proporcionará clientes de lujo, con los que puedas experimentar y probar nuevas técnicas.
4) Comprueba la efectividad de tu campaña de marketing emocional
Ya hemos estudiado a nuestros clientes, hemos clasificado valores y sentimientos, hemos elegido el nuestro y lo hemos difundido en una extraordinaria campaña de comunicación. ¿Ha servido de algo? De nada serviría todo este esfuerzo si el cliente no ha captado el mensaje, si el cliente no asocia tu marca con esa emoción.
Pregunta y estudia si ha surgido efecto dicha campaña y si es así no te preocupes pues has conseguido fidelizar a tus clientes y atraer a nuevos por el vínculo emocional.
Un caso aplicable a todo ejemplo y al listado de arriba, es el de:
Coca-Cola y “la Felicidad”
Amor, Confianza, Seguridad, valores, sentimientos en general, son el tipo de cosas que buscamos todos, pero es cierto que pocas veces nos topamos con marcas que transmitan esto.
Coca Cola es una de las pocas marcas que rompe la excepción. En todas sus campañas, hace a la audiencia experimentar y sentir, porque sabe que así se situará en un buen puesto en el mercado.
¿Recordáis aquella campaña del cajero de la felicidad de Coca Cola?
El cajero ofrecía 100 euros sin necesidad de ninguna tarjeta. El único requisito era aceptar el regalo y comprometerse a compartirlo. Entre las opciones que había estaba regalar pañales a una embarazada, invitar a desayunar a obreros, darles una sorpresa a unos abuelos del barrio, entre otros. Todo un ejemplo que quería dar la marca para hacer reflexionar que el dinero cuando cae en buenas manos, sí puede dar la felicidad.
[bctt tweet=»Qué es el marketing emocional y cómo aplicarlo en 4 pasos // #Marketing #Emociones #Consejos» username=»mclanfranconi»]