Los 7 peores errores de la publicidad en Bolivia

Errores Publicidad en Bolivia

El día de ayer un alumno del taller de «Marketing de Seducción» me pidió que escriba un artículo explicando los peores errores que alguna vez había visto en términos de publicidad en Bolivia. El motivo de esta solicitud era que estaba en proceso de crear una campaña y quería asegurarse de no cometer ciertas equivocaciones que hagan que su presupuesto no sea optimizado de la mejor manera.

Así que bienvenidos a este pequeño viaje por los 7 peores errores de la publicidad en Bolivia.

1) Olvidarse de la frecuencia:

Particularmente creo que este es el error más grave, olvidarse de la frecuencia. Por frecuencia entenderemos la cantidad de veces en promedio que un mensaje llega a una persona. Por esta razón mientras más podamos subir la frecuencia, mucho mejor.

¿Dónde está el error?

Que muchas veces nos olvidamos de la importancia de tratar de llegar varias veces al cliente por diferentes medios para aumentar la frecuencia y nuestro mensaje queda como una isla en el medio de la nada. Con suerte alguien lo va a ver, pero posiblemente pasado un tiempo y al olvidarse del mensaje, si no volvemos a aparecer, pasaremos a la historia en su mente.

¿Qué debemos hacer?

Simplemente planificar bien nuestra selección de medios, buscando la forma de llegar la mayor cantidad de veces, por la mayor cantidad de medios posibles a nuestros clientes. Caso contrario, nuestro mensaje podría (lease “podría”) ser visto, pero al no recordarlo aumentamos sus chances de morir conforme pase el tiempo.

2) Tacañear el presupuesto:

Quién no arriesga no gana y quien no invierte bien en publicidad, termina sin lograr el efecto deseado. Una campaña no es cara o barata, es rentable o no en base a la planificación y a asignarle el presupuesto correcto.

¿Dónde está el error?

Muchas veces la planificación se realiza a la inversa. Se elige un presupuesto y se trata de utilizar ese presupuesto donde alcance, en lugar de primero seleccionar el mix de medios necesario y ver cómo optimizar el presupuesto o conseguir más.

¿Qué debemos hacer?

Primero debemos hacer una investigación de nuestro público para comprender los medios que consume. Luego de esto elaborar un plan de medios mostrando los medios que deberían utilizarse como así también los que no deberían emplearse. Finalmente presupuestar y ver si nuestro presupuesto se adapta o no. En caso de que no se adapte tenemos solo dos opciones: recortar medios o buscar más presupuesto.

3) Caer en el cliché de siempre:

No existe peor publicidad que aquella que cae constantemente en el cliché y no innova en el mensaje. Tan simple como pensar en el cliché de la cerveza e imaginarse un grupo de hombres que al abrir una botella atraen magnéticamente mujeres.

¿Dónde está el error?

El utilizar clichés típicos durante extensos periodos de tiempo hace que nuestra marca no sea innovadora. Por otra parte tampoco nos diferencia de la competencia que está haciendo lo mismo. El error radica entonces en utilizar un mensaje que ya se utilizó hasta el cansancio.

¿Qué hacer?

Arriesgarse, innovar, testear nuevos mensajes, apelar a nuevos estilos de comunicación. Las personas quieren que la publicidad capte su atención y no que les digan lo mismo de hace 20 años atrás. Lo mejor en este sentido es hacer un buen Brainstorming (lluvia de ideas) junto a la agencia y elaborar un nuevo estilo publicitario que innove y cambie totalmente el uso constante del cliché

4) Refritar publicidades antiguas:

Esto va de la mano a la falta de presupuesto y consiste en emplear la misma publicidad de los últimos años una y otra vez hasta el cansancio. Se ve muchas veces en televisión publicidades que han sido tan utilizadas que el audio y la calidad visual del spot, está en las peores condiciones.

¿Dónde está el error?

Existe una gran diferencia entre informar y llamar la atención del cliente. Algo llamativo tiende a ser algo nuevo e innovador. Refritar una publicidad no tiene nada de eso, al contrario ya ni siquiera sirve ni para informar, ni para llamar la atención.

¿Qué hacer?

Nuevamente, innovar y hacer cosas nuevas. Si nuestro cliente está perdiendo interés en nuestro producto, no por refritar las publicidades vamos a atraerlo nuevamente. Piensen en la relación marca-cliente como en una relación amorosa, donde debo buscar nuevas formas de “volver a prender la pasión”.

5) Usar el mensaje de TV en radio:

Este es un error que he visto en varias ocasiones, el utilizar el audio de televisión para ponerlo en la radio el cual muchas veces genera una sensación de incongruencia total en el mensaje expuesto y confunde al cliente o no llama su atención.

¿Dónde está el error?

Tenemos medios como televisión, radio, prensa, revistas, vía pública, redes sociales, etc. por ende tenemos diferentes “códigos de comportamiento” en cada uno de ellos. Debemos comprender que la forma de llamar la atención de los clientes en televisión es muy diferente a llamar la atención en radio.

¿Qué hacer?

Simplemente entender que para hacer marketing y publicidad se necesita presupuesto y si por falta del mismo, vamos a quemar un mensaje de un medio en otro, mucho más económico y rentable sería directamente no hacerlo. Para cada medio debe haber una estrategia claramente definida y un uso correcto del mensaje.

6) Tener una calidad amateur de las piezas:

Nuevamente caemos en el presupuesto. El contratar la agencia, la productora o el diseñador más barato para realizar nuestras piezas publicitarias, las cuales terminan con una calidad similar a la de un estudiante universitario recién comenzando.

¿Dónde está el error?

Existen muchos aspectos que el cliente percibe a la hora de ver un mensaje publicitario. Desde la estética, hasta el uso de los colores, desde los planos de filmación hasta la calidad de los actores, desde la congruencia del mensaje, hasta el valor percibido por la marca. No vale la pena sacrificar todo esto y dañar un mensaje por elegir la opción más económica.

¿Qué hacer?

Darle la importancia que merece a la producción de las piezas publicitarias y tratar de elegir al proveedor correcto. No por algo las mejores publicidades del mundo, no son necesariamente las más económicas en término de contratación, elaboración y puesta en marcha. Si no queremos ser el promedio, entonces debemos hacer cosas por encima del promedio.

7) Que el gerente decida todo:

Este es un error que a muchos les va a doler, pero es cierto. Incontables veces he visto increíbles trabajos, mensajes y piezas publicitarias, enterrados simplemente porque el dueño de una empresa no lo quiere o “siente” que no debería ser así.

¿Dónde está el error?

El mayor rol de un gerente general o dueño de negocio es gestionar correctamente un equipo para hacer crecer a su empresa, logrando que todos den lo mejor de sí mismos. Una cosa es aprobar o rechazar un mensaje con argumentos, pero una muy diferente es querer hacer el trabajo del gerente de marketing, del diseñador, de la productora y de la imprenta.

¿Qué debemos hacer?

En primer lugar comprender que si estamos contratando a una empresa o persona con trayectoria en el rubro, debemos abrir nuestra mente a escuchar sus opiniones y consejos. Por otra parte aprender a criticar, aceptar o rechazar mensajes o piezas publicitarias con fundamentos sólidos. Una cosa es que el mensaje, no sea el que queremos transmitir y una muy diferente es pedir un cambio total de diseño, porque nos fascina la tipografía “Comic Sans”.

Muchas gracias por su tiempo.

12 comentarios en “Los 7 peores errores de la publicidad en Bolivia”

  1. Cristian Calizaya

    Buen articulo
    Lo tendre en cuenta ya que ahora estoy una materia de universidad y tengo que realizando una campaña publicitaria.
    Saludos

  2. Excelentes puntos estimado Mariano. Aumentaría dos errores frecuentes
    Olvidarse de la simpleza del mensaje,- Esto va para el cliente como para su agencia, el poder de un mensaje siempre estará es su simpleza. Muchas veces complicamos los mensajes queriendo decir muchas cosas a la vez
    Comunicar pensando en lo que quiero decir y no en lo que el target esta dispuesto a escuchar.- Concebimos nuestra comunicación pensando solo en lo que necesito comunicar y me olvido de considerar qué el cliente esta dispuesto a escuchar. Esto ayuda a estructurar mensajes en torno a beneficios antes que en características de un producto o servicio.

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