En Bolivia la mayoría somos vendedores

En Bolivia, la mayoría somos vendedores.

Eso es lo que dice mi buen amigo y colega, Alejandro Coelho, quién decidió participar en el blog con un interesante artículo.

Alejandro es un gran amigo y consultor con el que he trabajado varias veces, especialmente en lo que ventas se refiere. Hoy nos regala un interesante artículo, el cual se originó ante una insólita frase de un participante en uno de sus talleres.

¿POR QUÉ EN BOLIVIA LA MAYORÍA SOMOS VENDEDORES?

En el último seminario que me tocó participar en la Universidad Adventista de la ciudad de Cochabamba y durante mi intervención, una persona del público, lanzo la siguiente frase:

En Bolivia el 83% de la población somos vendedores.

La verdad que la frase me dejó pensando, no averigüé los datos en el INE, sin embargo estoy seguro que esta abultada cifra no es así.

Esta duda nace a la luz que los últimos 27 años de experiencia en el área de ventas y los últimos 6 años capacitando a vendedores, me dice todo lo contrario, basta leer los periódicos de las principales ciudades capitales de nuestro país y vemos que el mayor porcentaje de demanda laboral es de vendedores o personal que tenga que ver con el área comercial.

Si fuera el 85% de la población tendríamos para elegir entre más de 8.500.000 de candidatos y esto no es así, la realidad es otra y bien distinta.

Entonces ¿Dónde está la confusión del señor?

Está en que tal vez, y esto no lo sé a ciencia cierta, sin embargo lo percibo, en que el 85% de la población Boliviana se dedica a trabajar por cuenta propia y se encuentran con la obligación lo sepan o no a vender sean productos o servicios. Esto por supuesto que es otra cosa y bien distinta, quiere decir que hay un porcentaje muy alto de PYMES que necesitan conocer el proceso de ventas desde el principio, es mas, esto es una necesidad de supervivencia, ya que sin ella es muy probable que en poco tiempo fracasen.

Es aquí donde quienes nos dedicamos a capacitar en el área de ventas nace la oportunidad y responsabilidad de capacitar con solvencia y experiencia, solo así podremos tener una sociedad donde las ventas y la atención de clientes  sean motivo de orgullo y no como ahora que la gente vive gritando en la mala manera que los atienden.

Es hora entonces de ponerse serios y diseñar planes de capacitación serios y aprovechables y no que cualquiera sin ninguna experiencia, se pongan a capacitar sobre algún libro que leyeron.